lunes, 12 de noviembre de 2012

En mi mundo hay Eclipses

Quedan solamente cinco minutos para retroceder o sentarse en el cantero y mirar suavemente como crecen los ojos de las hojas verdes y anaranjadas. "Por eso no te apures con esa enredadera sino hace como el viento cuando vuela sobre arena", pensó Macarena.  Y saco un pote de bolitas y se puso a jugar con ella sola. El sol salio  asomando los pelitos blancos por el borde y de este lado lo mirábamos ya un poco desorientados, cosa que no tenia ninguna quinta pata porque para esa altura ya estábamos conectados, me dijo después. De todos los cabellos te juro que ese era el mas despeinado, y de todos los camellos el mejor era el dolor dorado. Habían unas monjas adictas a la fiesta del rosario, y se sentaban alrededor del cura para rezar el amor. Al amanecer los gallos investigaban el correcto sitio del sol alineado a su cresta todavía un poco dormida, calculaban y disparaban el sapucai en los respectivos gallineros. J!A !j! !a! El barrio de los desdichados estaba creciendo cada día mas rápido  porque eran muy apurados todos los que se metían por allá. Mucho no aprecio a la cobardía de arrojarse a descansar antes de tiempo. Bueno, después de que pudo embocar la bolita en el arquerito invisible se acomodo el vestidito que ya le quedaba medio cortina y se lo subió un poco mas. !Mira vos que ocurrente! Así que ahí desde los taquitos se veia bien pero por momentos se tenia que sentar todo el tiempo, los tacos, dolían sacaban unas ampollas que parecían margaritas y los pies le quedaban como bombas de papa. El baile se armaba a eso de las tres y se sacudía como una condenada, una condenada a gozar de tal manera... Macarena, que coincidencia que justo no seas vos la de la canción. Puede haber otra Macarena? Si.
Bueno esta es la de ahora, la de este instante, después pueden bailar juntas si quieren, cuando se apague la camara.
Fue al camerin y se vistió de terciopelo verde oscuro, en los ojos encendió recuerdos y los apago nunca.  Al fin del concierto, los músicos la abandonaron en el escenario y la estúpida se quedo cantando a Capela. Si, a Capela!, el que estaba sentado agitándole con un vaso de vino. Que ingenua. !Baja de ahí Macarena, haceme el favor! Ay, espero que nadie la haya visto/Hey Maca, por acá te vimos. Fue así que Maca salio corriendo y tuvo que perder las joyas en el camino y cuando llego al cementerio había mucha cola para el auto entierro.

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