domingo, 15 de enero de 2017

*Cuerpos atravesados por la potencia del rayo
Pieles abiertas a recibir la sensación del espíritu  rústico y de tajo...
Comunicados por signos sonoros, de pisadas golpeteando la tierra,
Buscando el sonido del hueco más allá, en lo profundo.
O en el temperamento seco de las rocas,
Y en el silbido del viento,
Alimento, si el instinto se enciende
 El retumbar del corazón sabe de que se trata el juego,
Para ir  por el suelo y los árboles, se despliega al máximo toda la potencia,
El poder oculto de las aves de luz, aparecer y desaparecer,
mezclarse con el barro y las hojas...
Vivas y muertas.
Los pájaros ya conocen estos cantos,
Estas melodías de augurios, alegría y llanto.
 La lluvia es siempre una confirmación de los rezos,
Así se llena toda la herida de confianza en la vida,
Y en la muerte también.
Van desplegándose los músculos y los huesos,
criándose,
Reconociendo el olor de la esencia pura de la alquimia,
Que trama...
Expanden rugidos de tormentas,
haciendo lío en la tierra,
 Por jugar a jugar,
Por no saber
Cuál es la puerta
Por la que se ha entrado a este mundo,
Ni saber por cuál se sale,
Se vive el campo desnudando la  vida puesta,
No se duda a la hora de explorar y descubrir las capacidades.
 Hay un abismo de sangre corriendo en el tiempo...
Divide estas manos de diferentes pigmentos...
Para volver a enlazarlas como las enrosca el mato liana con liana,
Se van dibujando razones para vivir lógicos al cuadro, al marco de lo válido, bello, bueno, permitido.
Juugadas fáciles cobardes ante el  sacrificio,
No saben de la entrega al viaje de existir*

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