Mucha gente hablando de política y de gobiernos grita y no se escuchan. Se ladran entre sí, se atacan, se ponen una camiseta que no es de ellos. Escuchan solamente las radios y las teles, escuchan sin sentir lo que oyen. ¿Por qué no se adentran en sus pensamientos en algún momento de su día? Porque el demonio les ha robado su pensamiento real, ellos venden sus almas a la opinión poderosa. Muertos vivos caminan porque el sol y la luna siguen amaneciendo. En la calle pasan cosas y las vendas en los ojos están cada vez más ajustadas. No hay lugar, ni siquiera tiempo para ponerse de un lado o del otro. Gente que grita si acaso pudieran escuchar, sentirían lo bello que es... porque si existe una opinión verdadera en este mundo es la que opina el corazón.
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