jueves, 6 de mayo de 2010

Mejor mal acompañada, que sola.





Es mujer y le cuesta levantarse a la mañana. Duerme poco y llora mucho. Siempre está sola. Cuando encuentra su par, sabe que esa historieta terminará en poco tiempo. Las metáforas cuentan que es azul. Yo puedo verla a veces en diferentes colores. Aunque ella se sienta sola, sé que siempre estoy acompañándola. Un día me dijo que quería matarme, y yo escapé. Cada día, cada hora, nos vemos y recordamos juntas. Allí aparece una de nuestras mejores compañeras, la nostalgia. Y entre las tres vamos a dar unas vueltas en bicicleta. Es allí cuando las calles nos avivan, y el aire fresco nos da una cachetada, nos hace sentir que todavía respiramos.
El día de mi nacimiento ella estaba, supongo que también lo estará el día de mi muerte.
La idea es despojarme de ella en cuanto pueda, pero ambas no seremos las mismas. Quizá sea porque no podemos separarnos, y cada una le afirma a la otra quiénes somos.
Mujer sombría, se vuelve rara cuando me voy por un rato a buscar algunos payasos, y siempre esta allí... vengándose de mi misma. Sabe darme en donde más me duele, y yo no puedo hacer nada.
Conoce cuál es mi whisky preferido y me convida con fernet en cualquier momento. Puedo verla entre éstas grises redes de humo, sola, meditando. No es un espejo el que esta en frente. Sé que es ella, y está conmigo.

Le digo:

-Al menos no estamos tan solas como creíamos Tristeza...-

Silencio. Y no contesta. Un ademán con su cabeza, me obliga a seguir bebiendo, y brindamos a nuestra salud.

No quisiera que esta obra los ponga tristes.


Cielo

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