jueves, 26 de julio de 2012

LEONES


Que lindo es ser un miserable

Y no temblar ante los ojos que escrutan 

Y andar por la mente sin ser escupido por el silencio

Y quedarse sentado con la columna a cuestas, 
cómodamente.

Sin ser odiado por ninguna voz que se ríe 

Y llorar si hace falta

Y decirlo todo con la cara

Que lindo es ser un miserable y mirar desde el cordón de la calle

A los que se aturden con ideas mal curadas

Y sonreír cuando eso es todo lo que se tiene 

 ya sea por un pedazo de esto y un retazo de esto y otro poco de lo otro.

Avivar los ojos en llamas azules

Soñar al león de color negro, arrollado, 

contra su pelaje brillante y jamas visto 

Refugiarse bajo el canto de las estrellas

y susurrar bajo, como si nadie tuviera que despertarse esa noche

porque a nadie le gusta la miseria.

Ni tu pasividad

Ni tu NO. 

Ni siquiera lo que decís, 

Ni tu desvelo eterno llevado por un velocímetro

al que le dicen Tiempo.

que lindo es ser un miserable y 

verlo 
desde el cordón de la vereda. 

1.2 REPEAT REPEAT REPEAT REPEAT REPEAT.


Que lastima que todo el tiempo piense tan áspero. Tan, así, como si se lloviera el techo todos los días como si se fuera siempre todo a la boca del volcán y se quemase. Que ridículo se siente. Que asfixia de querer romper tantas cosas cada día por no encontrar burbujas que no se desinflen porque si, por aburrimiento. Que lindo debería ser todo sin embargo, todo el tiempo. Pero siempre estoy rumiando que en verdad son momentos ácidos de mierda en los que no podes encontrar un amigo en el corazón y no deseas saber mucho del espacio, tal vez lo amas todo y no puedes escapar a ello. Y te encontras después tan faccional y agotada, volviendo de el último sueño que fuiste a atacar. Tan sin ganas de vos mismo, tan arruinadas algunas cosas, estropeadas de tanto galope sobre el mismo paso.
Se supone que andando se hacen los caminos.

domingo, 8 de julio de 2012

Espectro Molesto

Ya pasó, me dijo. Sí, supongo que ya pasó, me digo. Y es que es así y no puedo extrañar, todavía, a veces no entiendo. Y quizás, si tal vez la respuesta fuera que no tendría por qué comprender nada... Si tal vez eso fuera  así, yo estaría más tranquila, a veces, cuando me invade esa pregunta otra vez y voy y busco ahí donde quedó algo, pero que no se ve. Y entonces otra vez, me digo: ¿qué es? ¿qué buscas ahí? si ya pasó, no vuelvas. Bueno pero entonces que se vaya.  Pero si no está, si ya se fue, hace mucho que se fue, ¿qué vas a hacer? ¿por qué sucedió así? ¿qué es? Pero, ¿Será un castigo, una cruz para llevar? Por qué? Si yo hago como que no lo veo, pero sigue estando ahí, se ve... porque algo me empuja a verlo. Aunque haya cambiado mi parecer, porque yo se que antes lo sentía y que llegué a romper todos los límites anímicos para vencer una fuerza más grande que yo... pero me quedé luchando sin un Apolo. Y a veces creo que pude haber sido arte con él, pero nada de eso pasó, y hoy soy arte porque mis dioses estéticos estaban dentro mío y no ahí afuera. Pero, sin embargo, él... y yo que se que nada pasa, que se que nada es como yo fantaseo... Lo único que se e infiero (entonces no lo se, tampoco) es lo peor de ese tiempo. Lo peor que lo pasé, sí, lo pasé. Pero lo pasé volando y no pude ni siquiera darme cuenta de que se me desplegaban las alas. Y ahora, que a veces recuerdo cómo era el sexo largo y las horas de no hacer, las horas de pensar obsesivamente, las horas de llamar mentalmente, las horas que pasaban hasta convertirme en un triste y olvidado fantasma del  amor. Porque el amor, no se llevaba bien conmigo hasta que de pronto algo pasó entre medio y tuve que elegir qué quería. Pero eso, eso nunca lo voy a olvidar. No. Porque cosas así de esa intensidad y ese calor que recuerdo, no se si se pueden arrojar así, como si nada, como tirando papeles que no importan. Quedan guardadas como punto de equiparación entre las emociones que van cambiando. Y así, aún ahora, cuando miro sus ojos en mi recuerdo, no encuentro el misterio, me importa no develarlo si quiera, no por miedo sino porque no sirve para nada dar un paso atrás a un recuerdo inolvidable que a veces me molesta. No sirve estrellarse más, ¿para qué? Entonces vuelvo a la comodidad de mis límites agudos y gritones, les canto canciones para adormecerlos y dejarlos allí, que no lloren, o que lloren pero que se duerman y hagan silencio y me dejen sola, irremediablemente así, sin hacer nada más que mirar cómo yo pude haber alcanzado ese sueño temprano con alguien que ni siquiera ya debe acordarse de nuestros hermosos misterios... ¿nuestros? sí, los misterios que los unían, y ahí me enfado con la mística y sus encantos, yo me creé un velo, yo estuve besando a un velo, a una aparición casi letal, una transparencia que existió a mi lado y que ni siquiera debe tener memoria para acordarse que... y yo, aquí, a veces, -sobre todo con este clima y a estas horas de las tardes, tardes que vienen cayendo como noches cada vez más pesadas- con tanto para suspirar, con tanto para responder.


Cielo.


jueves, 28 de junio de 2012

Presente

Cuando nada ni nadie te esté viendo,
Cuando la lluvia esté sonando,
Cuando una canción te traiga paz,
Cuando la radio cante bajo a lo lejos,
Cuando hayas dejado todo ordenado,
Cuando tengas impulsos de decirte a ti mismo:
“Probablemente vuelvas a caer”
Cuando busques en tu manos el poder,
Cuando la luz sea ténue,
Y la calma acuda en tu ayuda, y te acaricie.
Cuando el sueño se regule,
Cuando hayas dejado salir las pesadillas,
Cuando te esfuerces por dar el amor que llevas dentro.
Cuando pase eso, yo misma estaré a mi lado.
Cuando pase eso, me voy a alegrar,
Porque este es otro preciado regalo,
Que me da la vida.
Que me da la libertad.
Aprender es la más linda resignación,
Aprender es perder contra uno mismo.
Dejarse vencer.
Puedo ver que lo que quedó atrás era sólo un peso furioso.
Que no se trata de ganar algo en la vida,
Sino de perder todo lo que no me sirva,
Lo que quiera irse de mi como una bestia en llamas,
Hacerme liviana.
Vencer todo lo que venga a buscarme, 
y me quiera llevar.

Cielo.
not dead.

jueves, 14 de junio de 2012

Acaricio su piel áspera, con texturas que van más allá del terciopelo, admiro milagrosamente su color reflejado al de la tierra. Juguetona y curiosa clavo en él un objeto filoso, lo corto y voy desvistiendolo de a poco, descubriendo que hay más abajo. Allí veo otro color tan hermoso como los días de sol. Acerco mis labios, rozo la lengua en la suavidad a la que me sumerjo: siento lo agridulce en mi paladar, me animo a más, lo muerdo y me hundo en un cerrar de ojos, disfrutando del placer de esa textura que se hace crocante y me regala cuantiosas semillas para rematar. Verde esmeralda, agridulce como la bifrucación entre el río y el mar. Como la cruza entre Brasil y Argentina. El kiwi perfecto. Definitivamente, mi fruta preferida.
Cielo.

lunes, 4 de junio de 2012

NO LAMENTO DECIR

No podía hacer otra cosa que dejar que las palabras se cayeran de su boca. Y se estrellaran contra el suelo, en mil pedazos. Esos pedazos eran filosos, y cortaban a todo o nada cualquier objeto que tuviera la mala suerte de pasar por allí. No había reglas, era algo así como un juego en donde el jugador era único y el contrincante no lo era. 
Se preguntaba: 
-¿Por qué el amor o los sueños deben ser tratados siempre como contras, como pruebas? ¿qué carajo era enamorarse...?- ya había perdido el hilo, entonces: -qué puede importar eso? Una cosa es el amor en tiempos de mierda otra cosa es el amor en tiempos de viento y lluvia o en tiempos de máscaras felices bajo el sol-. Era así, tan apestoso y doloroso como eso, a menos que alguien viniera a definirle otro concepto de realidad a quien él pudiera creerle. Pero lamentablemente, ya no habían muchas oportunidades para que los otros hablaran. La apertura mental era un peligro, un escalón mojado, un ineludible cobarde golpe frente al espejo. Ya los miedos de la muerte estaban pasando y quedaba algo parecido a un pene frente a unos ojos desnudos. Ni el prejuicio acudía en su ayuda, nada, solamente la mente y el, ahí, jugando a todo trapo, alentando, ¿qué? alentando lo que quedaba. Pensando que casi todos los escritores del mundo de hoy no existían sino para demostrar sus miserias, y obvio, que así no iban a tener muchos lectores fieles. Pero, eso tampoco es lo que quería, tal vez. Nada. Divagar para llegar a algo estúpido. Sí, era boca de consejos, podía darlos, pero prefería que cualquier ser de este mundo hecho de carne y hueso al igual que él le contara sus experiencias para luego poder darle su punto de vista. 
Así decía: 
-Ningún filósofo sabrá darte el cáliz de la vida. Ni la vida eterna en la oración podrá calmarte a menos que algún día llegues por obra de magia experimental a pensar en ella. La vida es fea. La vida es fea. La vida cuesta mil horrores, errores y destrezas. La vida sí duele, así que Patito mojado, si te quedas ahí esperando el suicido, lamento decirte que nada va a pasar. Tienes dos opciones, quedarte o irte. Pero si hay algo que te enseñaron y puedes recordar es lo siguiente: los de afuera son de palo-.

jueves, 24 de mayo de 2012

LÁPIZ DE LABIA


Por Brenda Garrido

ÚNICO ACTO 
Ella está desnuda, hablando frente al espejo, deprimida, casi pálida, piensa, no hace nada y se repite a sí misma que su vida no es cómo era. A la izquierda una puerta, a la derecha una cama de dos plazas y al lado de ésta, una mesita de noche. Se siente rara, al parecer está  cambiando algo. No sabe el resultado de eso, y eso la mata. De repente ve que está sola y no le molesta, aprende que es así. Suena el teléfono y no atiende, entonces alguien entra a su casa y la escucha hablando frente al espejo. Es un cliente que hace años la visita y se ha obsesionado con ella fuertemente.  Ella no lo ve, pero lo siente.

ELLA: Se me acaba el labial y yo  aquí esperando salir a relucirme con él. Qué triste que no pude haberte relucido en todos tus destellos, qué pena que sólo pude haberte usado para colorearme apenas, apenas…

ÉL: Ese labial que saliste a desgastar con cualquier tipo que se quiso cruzar en mi camino para que yo lo reviente a trompadas. Vos no me conocés.

ELLA: Pude haber hecho de mis noches un naufragio brillante, un sueño vigilado por las estrellas despiertas en el cielo. Mi boca pudo haber tomado vida propia, pudo haber enamorado  a cada palabra pronunciada por esta. Y la lengua y los dientes hubieran  acariciado el infinito.

ÉL: Pero la pasaste peor porque sos una puta.

ELLA: La pasé como soy y la paso como fui. Ese labial me disfrazaba el alma cuando yo sólo tenía el cuerpo para mirar a alguien a la cara. No quería mirarme tanto el alma... Yo me pintaba los labios y cerraba los ojos y me imaginaba que toda la vida me vería hermosa.

ÉL: Y sin embargo, yo te quería, nadie te va amar como te amé yo porque no te lo merecés. No podés merecértelo. En la vida el amor se paga con las peores miserias. Es así, vos te la buscaste. No me digas ahora que querés verte hermosa cuando no te animaste a serlo. Ya se pasó el tiempo y eso es lo que quedó de vos.
                                                                                                   
ELLA: En el espejo yo miraba hacia el fondo de mis ojos y veía mi cráneo desnudo. Bailar era lo único que me decía que algo en mi vivía. Y yo me pintaba los labios y me ponía el rímel imaginando que cuando llorara todas las pestañas iban a sangrar.

ÉL: Pero nunca te animaste a bailar en público como una profesional, como una artista verdadera. Ibas ahí y revoleabas la pata, te mostrabas y seducías al menos macho para cogerse una mina como Dios manda. Todo por plata. Ese lápiz de labio de mierda del que hablás no te sirve para nada ahora. Es así, la que nace puta es puta para siempre. Ahora bancatelá.


ELLA: Cada vez que me subía al escenario, desaparecía todo lo demás. Yo estaba ahí delante de ningún espectador real. Cerraba los ojos y creía que era la luna. Pero cuando los abría y veía que era yo la única que me estaba observando, vigilando, criticando, halagando, aplaudiendo, sonriendo, gritando, acariciando… ahí me detenía y me acostaba a dormir. No podía hacer otra cosa.  Estaba sola.


ÉL: Pudiste haber llamado a algún macho para que te coja, pudiste haberte hecho la loca  una vez más. Te sale perfecto, ¿por qué no les hacés estas cosas a los hijos de puta que te quieren dar? ¿Qué, me vas a decir que ya no lo hacés más porque no te gusta? Mirá que cuando te acostás conmigo no parece que no te guste, eh.


ELLA: Antes de meterme en el sueño, veía un lecho de rosas un ángel cantando en el mar, un violín flotando en la oscuridad. Y nunca pude verme a mí en un sueño.  En los sueños sólo veía apariencias, deseos, cortos, personajes que no eran de acá (SE TOCA EL PECHO). Todo estaba siempre más deformado. Nunca lo creí, realmente.  Y resultaba que después estaban todos cuerdos menos yo. Pido perdón porque hice todo mal… todo mal.


ÉL: No me sirven las disculpas, y deberías saber que cuando uno piensa que todos son locos podría pensarse que el loco es uno mismo.


ELLA: ¡Exactamente! Eso es lo que yo digo, pero al revés. Y sí.  Soy re puta y estoy re loca.


ÉL: ¡Pero! No tenés vergüenza, no tenés dignidad, te vas a quedar sola hasta que seas vieja. Te vas  a morir de enfermedades horribles. Esta me la vas a pagar pito por pito  (LA GOLPEA Y LA TIRA EN LA CAMA)

ELLA: Que Dios perdone a todos los pecadores. Que Dios le de misericordia a todas las putas. Que Dios ampare a cada mente que por ellas enloquezca, que Dios cuide de cada alma que por ella mate y que por ellas ore.

(CON EL LAPIZ DE LABIO LO SEDUCE, SE LO METE EN LA BOCA, SE AGACHA, ABRE LA BRAGUETA DEL PANTALÓN, LE BESA EL PENE Y ACTO SEGUIDO SE LO MUERDE HASTA SANGRARLO. CUANDO ÉL GRITA,  QUEDA PETRIFICADO Y CAE DEL DOLOR. ELLA, AGARRA EL LAPIZ DE LABIO, LE PINTA LA BOCA QUE LLORISQUEA, AGARRA PLATA DEL BOLSILLO Y SE VA)