jueves, 24 de mayo de 2012

LÁPIZ DE LABIA


Por Brenda Garrido

ÚNICO ACTO 
Ella está desnuda, hablando frente al espejo, deprimida, casi pálida, piensa, no hace nada y se repite a sí misma que su vida no es cómo era. A la izquierda una puerta, a la derecha una cama de dos plazas y al lado de ésta, una mesita de noche. Se siente rara, al parecer está  cambiando algo. No sabe el resultado de eso, y eso la mata. De repente ve que está sola y no le molesta, aprende que es así. Suena el teléfono y no atiende, entonces alguien entra a su casa y la escucha hablando frente al espejo. Es un cliente que hace años la visita y se ha obsesionado con ella fuertemente.  Ella no lo ve, pero lo siente.

ELLA: Se me acaba el labial y yo  aquí esperando salir a relucirme con él. Qué triste que no pude haberte relucido en todos tus destellos, qué pena que sólo pude haberte usado para colorearme apenas, apenas…

ÉL: Ese labial que saliste a desgastar con cualquier tipo que se quiso cruzar en mi camino para que yo lo reviente a trompadas. Vos no me conocés.

ELLA: Pude haber hecho de mis noches un naufragio brillante, un sueño vigilado por las estrellas despiertas en el cielo. Mi boca pudo haber tomado vida propia, pudo haber enamorado  a cada palabra pronunciada por esta. Y la lengua y los dientes hubieran  acariciado el infinito.

ÉL: Pero la pasaste peor porque sos una puta.

ELLA: La pasé como soy y la paso como fui. Ese labial me disfrazaba el alma cuando yo sólo tenía el cuerpo para mirar a alguien a la cara. No quería mirarme tanto el alma... Yo me pintaba los labios y cerraba los ojos y me imaginaba que toda la vida me vería hermosa.

ÉL: Y sin embargo, yo te quería, nadie te va amar como te amé yo porque no te lo merecés. No podés merecértelo. En la vida el amor se paga con las peores miserias. Es así, vos te la buscaste. No me digas ahora que querés verte hermosa cuando no te animaste a serlo. Ya se pasó el tiempo y eso es lo que quedó de vos.
                                                                                                   
ELLA: En el espejo yo miraba hacia el fondo de mis ojos y veía mi cráneo desnudo. Bailar era lo único que me decía que algo en mi vivía. Y yo me pintaba los labios y me ponía el rímel imaginando que cuando llorara todas las pestañas iban a sangrar.

ÉL: Pero nunca te animaste a bailar en público como una profesional, como una artista verdadera. Ibas ahí y revoleabas la pata, te mostrabas y seducías al menos macho para cogerse una mina como Dios manda. Todo por plata. Ese lápiz de labio de mierda del que hablás no te sirve para nada ahora. Es así, la que nace puta es puta para siempre. Ahora bancatelá.


ELLA: Cada vez que me subía al escenario, desaparecía todo lo demás. Yo estaba ahí delante de ningún espectador real. Cerraba los ojos y creía que era la luna. Pero cuando los abría y veía que era yo la única que me estaba observando, vigilando, criticando, halagando, aplaudiendo, sonriendo, gritando, acariciando… ahí me detenía y me acostaba a dormir. No podía hacer otra cosa.  Estaba sola.


ÉL: Pudiste haber llamado a algún macho para que te coja, pudiste haberte hecho la loca  una vez más. Te sale perfecto, ¿por qué no les hacés estas cosas a los hijos de puta que te quieren dar? ¿Qué, me vas a decir que ya no lo hacés más porque no te gusta? Mirá que cuando te acostás conmigo no parece que no te guste, eh.


ELLA: Antes de meterme en el sueño, veía un lecho de rosas un ángel cantando en el mar, un violín flotando en la oscuridad. Y nunca pude verme a mí en un sueño.  En los sueños sólo veía apariencias, deseos, cortos, personajes que no eran de acá (SE TOCA EL PECHO). Todo estaba siempre más deformado. Nunca lo creí, realmente.  Y resultaba que después estaban todos cuerdos menos yo. Pido perdón porque hice todo mal… todo mal.


ÉL: No me sirven las disculpas, y deberías saber que cuando uno piensa que todos son locos podría pensarse que el loco es uno mismo.


ELLA: ¡Exactamente! Eso es lo que yo digo, pero al revés. Y sí.  Soy re puta y estoy re loca.


ÉL: ¡Pero! No tenés vergüenza, no tenés dignidad, te vas a quedar sola hasta que seas vieja. Te vas  a morir de enfermedades horribles. Esta me la vas a pagar pito por pito  (LA GOLPEA Y LA TIRA EN LA CAMA)

ELLA: Que Dios perdone a todos los pecadores. Que Dios le de misericordia a todas las putas. Que Dios ampare a cada mente que por ellas enloquezca, que Dios cuide de cada alma que por ella mate y que por ellas ore.

(CON EL LAPIZ DE LABIO LO SEDUCE, SE LO METE EN LA BOCA, SE AGACHA, ABRE LA BRAGUETA DEL PANTALÓN, LE BESA EL PENE Y ACTO SEGUIDO SE LO MUERDE HASTA SANGRARLO. CUANDO ÉL GRITA,  QUEDA PETRIFICADO Y CAE DEL DOLOR. ELLA, AGARRA EL LAPIZ DE LABIO, LE PINTA LA BOCA QUE LLORISQUEA, AGARRA PLATA DEL BOLSILLO Y SE VA)
Poesía es jarabe contra el llanto. Poesía es respirar a lágrima suelta. Poesía es dormirse con el libro debajo de la almohada. Poesía es escuchar la voz de la paz atrapada entre cuerdas. Poesía es el fantasma en el espejo. Poesía es abrazar a las ranas, olvidar el cuerpo. Poesía es abrir el ojo más asustado de todos los ojos. Mirar a lo lejos a alguien saludando que quedó en el tiempo. Poesía es vos contra todos los otros. Poesía es el viento encerrado en un niño.
Muertos Vivos se consumen en muerte sobre la vida.


Caminan porque los pies se arrastran.


Sonríen porque la vida no es bella. 


Hablan apenas, esconden el parásito muerto en el cuerpo. 


Muertos vivos, calaveras, oídos de asco, cráneos olvidados. 


Muertos vivos caminan, el tiempo los raspa con el 
espacio y les carcome el rostro. 


Muertos vivos, la vida no es vida sino para pasar el momento de mierda. 


Muertos vivos, no son nada, sólo algo que se realiza nunca alguna vez.

martes, 13 de marzo de 2012


El sonido es la armonía de las imágenes que capturan los oídos.
Cielo. 

martes, 6 de marzo de 2012

La cama

Hay quienes aseguran que la muerte es un paso a otra vida, hay quienes imaginan que la muerte es la entrada al cielo o al infierno, esto último depende de qué cosas buenas y qué cosas malas hayas hecho en tu vida. Hay quienes aseguran que la muerte es solamente lo que es y ya. Hay quienes afirman que después de la muerte, el cuerpo se pudre y que no existe alma o espíritu alguno que pueda quedar  rondando  en el mundo tangible, que lo único que podría quedar en el mundo es la carne humana sepultada bajo tierra, o enclaustrada, eso depende de la decisión que tome el ser querido. También hay quienes queman los cuerpos sin vida y arrojan las cenizas al mar, al río o simplemente apoyan las cenizas en el modular del comedor como un souvenir. Hay quienes pasan su vida pensando en la muerte, hay quienes pasan la vida planeando su muerte, hay quienes pasan la vida deseando otras muertes, hay quienes pasan la vida rezando por la muerte, hay quienes escriben en la vida de la muerte. Hay tantos tipos de muertes como de vidas, hay tantos miedos en la vida por la muerte, hay tantas muertes por miedo a la vida. Cuando la vida camina sola, la muerte espera por ella, cuando la muerte camina sola, la vida llora por ella, sin embargo, cuando vida y muerte caminan juntas, el mundo es un terreno blando y suave que en circunstancias  soñadas nos presenta una gran cama blanca frente al mar. Hay quienes se duermen en esa cama y sueñan con no despertar jamás. 


A "papá", que se durmió soñando.

Cielo.

jueves, 26 de enero de 2012

Crónica del futuro de hoy

Al mundo se le va el mundo de las manos, el fabuloso sueño de armas y de poder se disgrega. Para contrarrestar esta situación de conciencia mundial, la cultura que no nos merecemos utiliza la lógica del no consenso, tal como lo esperaríamos para contra atacar. El contra ataque sucede, por un lado y por otro: los medios atacan, la opinión se multiplica, los grupos humanos se levantan en vanguardias y retaguardias. En el aire se siente un olor extraño, como si un monstruo oculto en alguna parte se estuviera formando. Los tecnócratas sobrevuelan la ciudad en naves robóticas, los pueblos originarios saludan desde el suelo creyendo que esas naves son la salvación que toda su vida estuvieron esperando. Las naves aterrizan y desde ella descienden algunos hombres vestidos de negro que arman un escenario en el medio de las montañas y comienzan a hablar. En el discurso que se oye y rebota haciendo eco en medio del paisaje montañoso, se escuchan conceptos incapaces de entender para los habitantes de la región. Cuando los “todo poderosos” terminan de hablar, se oyen aplausos, aplausos vacíos que consienten, sin saberlo, las mentiras. Al cabo de unos días, en la región se instalan máquinas gigantescas y los padres de familia son invitados a colaborar con el futuro seducidos con algún celestial lema de “capacitación y trabajo”. Todos las familias originarias del lugar comienzan a ser parte de los nuevos proyectos, algunos muy contentos otros, extrañados. Los hombres vestidos de negro festejan con manjares y exquisiteces el nuevo éxito de la industria y el nuevo camino por recorrer de la empresa en unas modernas carpas instaladas en el lugar. Bajo el rayo de un potente sol, se ve a lo lejos  un centenar de hombres vestidos de naranja, trabajando de sol a luna cada día, incesantemente. Su trabajo consiste en utilizar grandes máquinas que agujerean la tierra para extraer de ella minerales, piedras preciosas, y algunas otras ricas sustancias cuyo paradero los trabajadores ignoran. A ellos sólo se les ha destinado una tarea: el trabajo, el deber, la obligación, la formación para crecer y ser mejores en un futuro prometido, esas deberían ser sus prioridades. Cuando los trabajadores llegan a sus casas, están muy cansados, sus mujeres los esperan ansiosas con la cena, que cada día es un poquito mejor. No tan diferente a la de antes, pero algo ha cambiado. Al cabo de unos meses, la situación es la misma, la diferencia es que los trabajadores ya no tienen fé en sus salvadores. En algo deben estar fallando, porque la promesa se convierte en un sueño, y la sensación de no despertar nunca es desesperante. En la región comienza a susurrarse el caso de algunos niños que se han enfermado. Los médicos no saben cuál es la causa o la ignoran. Una persona que ha llegado de la Capital descubre luego de unos días de arduo trabajo en un laboratorio improvisado, que el agua de la región se ha contaminado con sustancias tóxicas y mortales. Los niños se han enfermado por beber del agua que siempre han bebido. Y al parecer, esto es la consecuencia del trabajo en las minas. Es particular el caso de una familia que ha tenido que viajar a la capital para protestar sobre todo esto, porque en un año de trabajo se han enfermado dos de sus cuatro hijos y uno de esos dos está en muy grave estado, a punto de morir. No hay consuelo, ni solución inmediata y tampoco respuestas de los hombres vestidos de negro que son imposibles de contactar. La familia afectada no tiene más sustento para vivir en la ciudad, entonces instala a modo de protesta una carpa en la avenida principal de la ciudad y se encadena allí, son fuertes y admirables. Nadie podría entender que les ha sucedido si no se acercaran a preguntárselo. Comienzan a llegar más familias afectadas de la misma región a buscar la medicina que pueda salvar su salud y se suman al acampe. Al parecer no están solos y nunca lo estuvieron. Es allí cuando se reúnen las raíces y se refuerzan. Unos a otros se protegen, piensan y actúan. Esta noticia vuela inmediatamente. Los principales medios de comunicación de la ciudad se niegan a comunicar lo que está pasando. El reclamo crece, se suman capitalinos y más gente del interior. Crece la manada, crece el olor, allá en las minas se sigue trabajando. No se detienen las extracciones de piedras preciosas,  no se detiene el trabajo, los hombres vestidos de negro no detienen el aumento de sus riquezas. Nada se detiene. No hay tiempo, a su vez no es bien visto que la gente acampe en medio de una Capital tan bella y tan visitada mundialmente. Luego de unos días de incansable protesta, el hijo intoxicado de uno de los trabajadores ha muerto en el hospital. La fuerza de la bronca se levanta: por un lado está la lucha por el otro aparece la lógica del no consenso que dispara su mejor arma, la más eficaz y veloz: todo el cuerpo policial y el cuerpo de la gendarmería se une y saca a la luz al gran monstruo hediento que estuvo oculto en alguna parte hasta ese momento. Los trabajadores de las tierras originarias comienzan a ser reprimidos en sus protestas realizadas en sus mismas tierras y en la Capital. Varios, son asesinados; otros, encarcelados.


Brenda A. Garrido
/Cielo

jueves, 19 de enero de 2012

Burocracia de la "A" a la "Z"

Un día, un chorro miserable abre carteras de bondi "me robó la identidad y cuarenta pesos sin que yo me dé cuenta", tal como hubiera hecho cualquier ciudadano enjaulado denuncié mi identidad al REGISTRO de personas, es decir, denuncié que me vuelvan a enjaular. Aquellos, aseguraron que volverían a enjaularme en 6 días hábiles más (aunque yo les haya dado mucho más tiempo que eso) por lo que esperé y regresé a buscar mi identidad más de una vez. Hoy en día fuera de una jaula y dentro de otra pienso que "secuestraron, retuvieron mi identidad y no me la quieren devolver" los mismos tipos que me aseguraron devolverme un nombre y un apellido y una nacionalidad y un número de control humano no me quieren controlar, a su vez es como si me liberaran en una jaula más grande porque a cada paso que doy, me encuentro un vigilante pidiéndo que me identifique, al haber perdido mi identificación, no soy nadie, no me dejan moverme, me tienen atrapada. ¡Ahora entiendo eso de que el mundo es un pañuelo! Por ahí va la cosa.

Cielo.