jueves, 15 de julio de 2010

Hoy, la ficción parece mas real.


Un día se cansó y se le tiró encima golpeando sin piedad. Todas las imágenes que puedas imaginar se revolvieron y quedaron al revés. No había ni para uno ni para el otro más cinta que revelar. Hasta que un día se fue a Cuzco y no volvió mas. Y ahí donde él estaba siguió la misma coreografía. Cuando menos se lo esperó, un día se enteró escuchando a un conocido, que se había muerto. Y todas las palabras y los abrazos que quiso darle, ahora ya no tenían más sentido porque a quien tenía que dárselos, ya no estaba. Porque estaba muerta.
Y así se le pasó la vida, tomándose a pecho el trabajo que nunca quiso y las carreras universitarias. Reprimiendo a las personas y engañándolas con muñecas sin corazón. Y más mujeres…Para que después, si dejaba de soportarlas, las maltrataba, las basureaba o incluso les mentía y se armaba historias que no eran para ver si en su egoísmo podía ser más feliz. Como hizo con la finadita y con un montón mas.
Lo más hermoso fue cuando todas las cosas malas que hizo le volvieron y aunque aquel no creía en el dicho, la otra le juró por ésta que así iba a ser. Y ahí se fue. “¡Ma’ que trabajo ni que machitos de compañía! Mi sueño es seguir cumpliendo sueños… Y que bonito se siente cuando no hay razón pa’ vivir, porque justamente la vida es irracional, no es lógica” decía. Y así terminó aquella no más, la que cada dos por tres la veías llorando, pero no sabía bien por qué. Debe ser porque se la pasaba sintiendo ¿no? O porque nunca se reprimió nada y los demás se le quejaban por eso. Y hasta la querían modificar.
Y el otro… ¡y quien sabe!, capaz no aprendió de esa contraseña que se le impuso en el camino durante unos meses… por eso siguió igual de duro. No pudo dejar las drogas, ni el maltrato, ni el egoísmo y a lo mejor se murió creyendo que era feliz o que conoció el amor cuando nunca nada de eso le pasó, ni con la primera ni la última. Porque cuando el corazón le habló antes de que la otra se cansara, el otro lo reprimió y nunca se pudo explicar qué sintió realmente, por qué le pasaban a los dos cosas tan extrañas, por qué se odiaban y se amaban y se dejaban y se extrañaban y se abrazaban y se golpeaban y se reían como locos entre ellos no mas, y se creían que seguían amando a sus otras parejas para refugiarse un rato.
Y el otro no la vio nunca más. Nunca más. Y la otra tampoco, ni modo. Mirá que cuando aquella se ponía firme, era de hierro. Tanto que lo quiso y pataleó y hasta se golpeó feo un día… Pero ella nunca se negó el amor, así que le tomó unos días explicarle al corazón que tenían que irse a repartir todo ese amor a otro lado y no a un chiflado que creía que amar era volver loco a uno y jugar con uno y hasta se creía el tipo que una ya se le quería casar. Ma’ que esas personas no entienden nada.
Un día sentada en el banco de una plaza de Lima, aquella se acordó del otro y de la historieta y se puso a escribir. Y sonreía… Le brillaban los ojos. Se acordó de que una vez le dijo (y con cuanta razón), “El mundo está de la cabeza, patas arriba, el amor se ha pasado de moda y eso daña a los seres no artificiales como yo”. Y mirá que no había cosa que la parara. Todo lo que iba soñando, iba doliendo, si, pero no paraba. Y todo se le cumplía: con tiempo, con lágrimas y con personas que dificultaban en el medio, pero aquella no paraba… y tenía suerte, y era inteligente y no tan hermosa. Y todos los instantes de felicidad los usaba para alimentarse.
Así vivió aquella, sabiendo lo que era vivir hasta el último momento. Admirando y recordando bien a las personas que siempre estuvieron. Y riéndose de las que quisieron derrumbarla o llenarla de estupideces que, para su frecuencia, no tenían sentido. Y así y todo, no conoció el odio.
Y cuando se vino a Lima contigo en su vientre, se fue a Cuzco y prometió en las tierras sagradas del sol, que tú ibas a continuar con su historia, Libertad. Y por eso te puso ese nombre, y por eso no tienes padre.
Esa fue la historia de tu madre, la que se creía única y no era ni siquiera una de ellas. Eso era justamente lo que la hacia bella, y libre por sobre todas las jaulas del mundo. 



Cielo

domingo, 11 de julio de 2010

Hasta la próxima curda


Viste cuando vas acompañado por un viento congelado que sin piedad te golpea la cara? O cuando esperás en el umbral de la puerta, sentado, el colectivo que parece, jamás llegará. Viste cuando a lo lejos solo ves luces en movimiento, que van haciendose cada vez mas grandes en la medida en que se acercan a tu retina, y son amarillas y deformadas? Y que parece que tenés la capacidad de elevarte sólo de madrugada...y que los cigarrillos no se cansan de ser fumados y en su rebelación se hacen eternos. Viste cuando los domingos son aturdidos como gritos en el océano? Y que no hay nada que cure tu cabeza. Viste cuando te viste al espejo? Y estabas lo más muerto que jamás imaginé para vos más vida. Pero sin embargo podías seguir mirando en el vidrio de en frente. Todo, todo, en cuanto despertaste olía a ceniceros viejos y el primer pie que pusiste en el suelo cuando te despertaste se topó con unas ropas, y unos libros que intentaron ser leídos y un piso de lo más mugriento. Lo más parecido a un bar clausurado de Boedo... Qué querías, no lo sabías, un "repeat" en tu cabeza te enroscaba con que tenías que seguir cumpliendo con esto y con aquello. Y un  "clic" en otro lado te ayudaba a estar como el agua del mar en primavera que cual unas sábanas blancas se desliza desde adentro hacia afuera, suavemente, por las ventanas de un hermoso balcón que supiste aprovechar bien. Se sumergen entonces, esos colores bañados en un brillo de blanco -como una sábana, imaginate- que atraviesan las pestañas, el aire, la puerta antigua hasta conectarse con unas palomas que estan allí siempre presentes, molestando y no tanto. Quizás perciban la soltería y sepan elegir en qué ventana quedarse a conquistar la soledad... Ahí es cuando todo en ese instante se vuelve como el ruido de los toca discos, entre suave y a punto de romperse... o de tirarse.  Viste que en estos momentos es cuando te convences de que después de todo la vida está buena? Aún después de brindar muchas veces con el cerebro partido en mil pedazos, con las pupilas apuntando a derecha e izquierda al unísono, y con los pies que en ácido caminan cada vez mas enloquecidos, entre rápido y lento... Ahora te volvés a preguntar de qué manera vas a explotar la tristeza la próxima vez para hacer una devolución a tu hígado, y a tus neuronas. Verás, mucho no nos importa.
Ahora es cuando las locomotoras viejas se desnudan y desfilan, nos seducen y nos encantan con su música como de sirenas rendidas a la muerte sin amor. Y con la fuerza que siempre nos queda en reserva, levantamos nuestro equipaje del suelo y nos abrazamos a él dentro de un vagón que nos toca por azar. -Si, a todos nosotros, los que vivimos y no tanto dentro mío.-  Así mueren en Buenos Aires las luces deformadas, los amores que no fueron, y las heridas que se resistieron... Siempre andando en busca de mí. A mi encuentro y desencuentro para reencontrarme cuando así lo sienta. Como lo siento ahora... y muy lejos. 
Esta vez tengo una cita conmigo a donde voy volando sobre unas vías infinitas. De modo que beso la tierra y les digo, hasta la próxima curda.
Un loco como yo merece presenciar su propio baile y descabellarse para poder seguir sonriendo.

Cielo

viernes, 2 de julio de 2010


Pájaros de mil colores,
Persianas que se abren y se cierran como panes vivos. 
Violines que van volando y pasean por ahí
Una negrita que llorando se ríe
Y el gusto de la risa se le hace un vicio. 
El placer musical que tanto duele cuando es buena
Y tanto alegra cuando se mete acá, en este corazón.
Cuando es piano o bandoneón, cuando es tambor o trompeta. 
Donde con la cabeza me meto en una montaña verde,
O con los pies en un lago transparente, 
Dormida no sueño la felicidad que contrasta 
Con el vacío de una pieza fría,
Y de una soledad que por instantes se vuelve hermosa
Como la dama que acabo de ver en ese espejo
Lleno de escrituras y de gente. 
Que va hombre! tanto andar llorando, 
Venga con esta vida que baila por cada brillo de luna
Iluminera de los pasos sordos,
de algún solo que por la calle va.
Salga a aprovechar esa bola de fuego que lo esta esperando afuera. 
Vaya a Tilcara y piense en usted y nada mas que en usted.
Sienta como el tiempo se le mete en las pezuñas y lo hace gritar.
No tema, es algo parecido a lo que andaba buscando.

Cielo

jueves, 24 de junio de 2010


Estuve en los abrazos pensados pero menos esperados en ese momento.
Nade sin respuesta de mi cuerpo, sin ayuda de mis fuerzas,
una noche en la que solo podía vomitar mi alma.
Los sollozos mas agudos se mezclaban con aullidos de perros en vela,
que todo lo presienten en momentos como ese.
Otra vez, pensaba que mi costumbre de andar sola me quemaba la garganta,
Y no me dejaba respirar.
Nadie escucho mi aullido final.
Solo habían unas paredes despintadas, viejas y frías.
La alfombra se quemaba con cenizas
que caían desde la punta de un misil disparador de humo 
que asesina con el tiempo a las personas como yo.
Lo cierto es que no podía emitir respuesta alguna,
a unas palabras que buscaban que toda la furia del mar
se fundiera en un paisaje de cielo celeste claro -iluminado por el sol-,
Nada de eso paso.
Los perros rabiosos que iba vomitando se debilitaban,
y caían como hojas de un árbol que en abril se quiebra.
Todos los sueños se quemaban en una vasija de cristal,
y esa perra vagabunda de la que poco les hable,
se hacia un niño con frío, miedo y frustración.
Recuerdo haber escuchado que amar duele. 
O haberlo pensado...
Y sentido.
Cuan infeliz es resignar amor por amar.
Desesperante es saber que se deja amar
sin conocer el futuro de lo que buscamos.
Amar doble. 
Hacer dicotomias de dolor, 
parar.
Ser arrasado por una fuerza  que olvidamos que existía, 
en la pelea de ser felices. 
Resignar dolor por sufrimiento.
Querer todo y no querer nada. 
Siempre dual. 
Tener y hacer tener.
No olvidar para que no me olviden.
Buscar amar y ser amada. 
Dar y recibir. 
Cuidar y que me cuiden.
Sufrir, pero que vos no sufras. 
No sufras por favor, yo no lo quise así.

Cielo

martes, 15 de junio de 2010

Muerta la planta.

(Acompañar con: "Ahora que" de J. Sabina, vino tinto, cigarros, hojas de gillete, tijeras y risas. Usted podrá lograr un increíble cambio de look).
En la foto: Simone de Beauvoir.
La noche me acompaña, 
me da esos besos que no me das.
Creo querer que no le temo. 
Y quiero creer que te saque de mis rincones. 
El gusto a té rojo, 
la mirada sin encontrarte apoyada en el vidrio frío de un colectivo.
Se vuelve, como vuelvo cuando regreso sola. 
A mi ausencia.  
No quiero perder esa costumbre parece. 
Ahora es cuando me estremezco. 
No puedo ni siquiera decirte cuanto te siento. 
Pero ya no me suicido por desgracia. 
Me revuelco y me despierto como si todo el cuerpo se hubiera marchado. 
La ausencia. 
Mi presencia. 
Que descansa entre borrosos abrazos marcados en mi espalda.
Que sonríe cuando veo tu figura de lejos, 
entre grises de la mente,
haciéndome el amor. 
El mejor escape es la cobardía en este momento, 
Y,
Arranqué con furia una planta que marchitaba, 
Pero estaba viva. Respiraba, al menos. 
Pude haberla cuidado para protegerla de su muerte. 
Pude darle calor mientras la miraba, 
Pero la deje morir.
Y vi, mientras la arrancaba, 
que no aullaba, no gritaba, no murmuraba... 
Nunca mostró muecas de dolor, 
Yo si. 
Pero ya no sirven de nada,
Al fin, ya esta muerta, 
el dolor no.
Pero eso nos lo quita el tiempo dicen. 
Pude regarla para que crezca, 
¿Para que?
Siempre termino marchitando a los hombres.
Se que lo hago y no me importa.
El deseo de la ausencia es el que me seduce.
En los espejos puedo excitarme. Y sola.


-Para mi tranquilidad, escondí las semillas.
Tengo la capacidad para volver a sembrar algo que nunca muere,
cuando guardo sus restos. 
(Pero eso, no lo sabias)-.

El terrible camino de la incertidumbre, hace al hombre un miedo eterno, y a la mujer, otra Penélope. 
Otra Alfonsina.


Cielo.
01.27 am.

miércoles, 9 de junio de 2010


Hay pasillos vacíos que inspiran temores.Esos que siempre viste de lejos, pero hiciste lo posible para evitarlos.Vos veías, lo sabias. Sabias que estaban. Aunque así como daban miedo, te inspiraban curiosidad.
Te rebuscabas, retrocedías, te comías el pelo.Y ahí estaban.Vos estabas. Sentías como algunos pasos te corrían, dabas la vuelta, mirabas. Nada.
Era la imaginación. Era la mente. O seguías en el mismo laberinto, O entrabas para golpear un par de puertas.
No entraste. No saliste. Nunca estabas. Los pies estaban plantados, enterrados. Ibas a buscar a ese compañero que se fue. Creíste que lo hizo por temor, pero hacia vos. Lo peor de todo, es que no era a vos a quien temía, Sino a cruzar el laberinto con tu ayuda.O al revés. No lo sabrás. Quizás, se fue por temor a el laberinto. y vos creíste que era hacia vos. Lo dejaste ir, no lo pudiste ayudar.
De todos modos, era un cagon , pensas ahora.
Sabes, es el temor el que nos acalla.
Bueno, el ya se fue. No corras mas. Dejalo ir te dicen. Lo dejas ir, porque así también lo queres. Y a el también lo queres.
Por curiosidad. Preferís ver que te depara el pasillito. Que por cierto, esta justo en frente tuyo ahora.
Y lo ves, pero no hay peor ciego que el no quiere ver. Sabes...hay uno mejor, el ciego que no puede ver.
Aunque si pueda. El corazón puede ver, me gusta ver con el, por eso aguardo lo que no se que aguardo.
Porque no veo donde fue, ni veo del otro lado.Todavía puedo sentir, esa es mi visión, mis ojos no señalan nada, los oídos tampoco, Mi corazón esta marcando hacia el norte de la ciudad, Buenos Aires, no importa tu inmensidad. Estoy aquí, y estoy allá, Mi alma le da batalla a todos los reinos del mal, yo busco la felicidad,
no te olvides. Por eso soy tan imposible. Hoy tengo unas ganas salvajes de luchar,
Hambrientas. Así me estés esperando del otro lado del silencio y el temor.
Así te hayas ido pa' otros pagos. Mi silencio es mio, mi palabra , mi impulso, mi abrazo es mio. Lo doy cuando quiero.


sshh,
no se mueve nada.

Estoy yo, la oscuridad, el temor... no tengo una luz que te llevaste.


ey, ey, devolvela!
mm, no, mejor prefiero aprender a hacer fuego con las manos.
Casi imposible de seguir,


Aguarda,
dije:
Casi.

lunes, 31 de mayo de 2010



Hasta los árboles mas friolentos del atardecer sobresaltáronse de tanta ausencia.
Que respirando la presencia de aquellos,
Hacían que los pasos levitaran
y las hojitas muertas de ese suelo,
aplaudan en un ultimo resonar.
Cierra los ojos ahora, ciérralos hasta las tinieblas que hay detrás.
¿Puedes verlas?
Siente como con mis manos te rozo el borde de los labios.
Los dedos lo están lastimando todo.
Cuidémonos que es domingo.
Un poco tarde para mirar en tu interior.
Hay una calle recta, somnolienta.
Es naranja como el ultimo rayo del sol,
y allí, hay un sin fin de caras y de voces que no puedo escuchar, que no puedo mirar.
No puedo.
Y allí se quedan.
Dale un espacio a eso que es mayor que vos.
No se puede dormir con las paredes rasguñadas,
No se puede morir sin piel.
Por eso, como el agua de montaña voy,
pasando por tu mente, tu corazón y tu sexo.
Una y otra vez. Y otra mas.
Me hago vapor y hielo.
Te contemplo y es maravilloso.
Te deseo, por eso me arrastro en tu cuerpo
(Con toda la fuerza manantial de estas montañas).
Soy agua entre tus dedos,
en el circulo mágico de tu ombligo,
en los besos que todo lo queman.
Y gota por gota, camino entre aquellas caras de las que te había hablado.
Y veo, unos ojos que son distintos a los del resto.
Nos habíamos encontrado muchísimo tiempo antes.
Yo sé, que por cómo nos miramos,
te amé sin respirar.
Yo sé, que por cómo atravesamos esas fuerzas inconexas,
ahora eres mío.
Y no voy a dejarte entre difuminaciones y recuerdos.
No.
Creo que eres ahora,
la sangre que recorre el cuerpo,
y purifica la respiración,
hace golpearse este tambor, que todo lo siente.
Todo, todo el tiempo.
Mirando hacia el eterno tramo de cuentos,
ya no te veo.
¿Ves allí como esos pájaros remontan vuelo?
Es noche.Sin miedos.
Allá vamos. 

Cielo.