Vamos a escribir algo lindo - dijo Almendrita
Bueno, empezás vos? - le contestó Dulcecito
Sí, algo que sea como un mundo de risas y de muñequitos maravillosos. Donde haya sol, lluvia y noches de luna con estrellas. Donde nunca exista el aburrimiento, donde podamos besarnos todos.
¿Piquitos? - dijo Dulcecito
Sí, piquitos y besitos de conejo. También tiene que haber árboles con muchos frutos para tomar jugos de todos los colores y contar historias a la tarde con otros amigos. En las esquinas tienen que haber máquinas expendedoras de dulces y también de copitos de algodón que vuelen por ahí.
- ¿Se pueden poner caballitos para llevar cosas pesadas?
- No Dulcecito! es re feo eso que decís. Los caballitos van a estar pero en donde haya mucho mucho pasto corriendo con los pajaritos. Si pestañeamos una vez el cielo se va a cambiar de color, de azul a celeste, si pestañeas dos se va a cambiar de celeste a rosa y así como si fuera un cine gigante.
- Bueno. ¿Y si ponemos una reina con un rey lleno de cositas, de perlitas brillantes? Yo quiero ser el rey.
- Ay, Dulcecito, ¿no te das cuenta que eso es re malo? Vos podrías hacer más cosas, si sos rey es re aburridísimo. Nunca te voy a poder ver, si sos rey.
- ¿Por qué? vos podés ser princesa y nos juntamos a tomar té.
- No, yo voy a fabricar dulces re dulzones con forma de espiral que te hagan chispas en la boca cuando te los comés. y todos van a vivir en pocitos debajo de la tierra y van a aprovechar la luz del sol y van a aprovechar la luz de la luna y las estrellitas. Además los grillos te van a despertar si tenés que ir a trabajar. Y a los malos se los van a comer los pocitos de la tierra. Y después en verano vamos a tomarnos el tren de metros infinitos que va por las montañas, las nubes, el agua, la tierra, y vamos a ir al mar a comer sanguchitos de tomate! wooos, Dulcecito, ¿no está re buenísimo? ¿Querés jugar? ¿Dulcecito?
¿Y Dulcecito? Este Dulcecito siempre desaparece.
Dulcecito estaba durmiendo a su lado cuando se despertó. Ella tenía las ojeras y las pantuflas, vivían al fondo de un bar, en algún lado sobre el tiempo, ella era camarera, él era cocinero, tenían 22 y 28 años, afuera había edificios viejos y autos, humo, gente que dormía en las calles -si llovía o hacía frío- y mucha basura en las veredas.
viernes, 3 de agosto de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
LEONES
Que lindo es ser un miserable
Y no temblar ante los ojos que escrutan
Y andar por la mente sin ser escupido por el silencio
Y quedarse sentado con la columna a cuestas,
cómodamente.
Sin ser odiado por ninguna voz que se ríe
Y llorar si hace falta
Y decirlo todo con la cara
Que lindo es ser un miserable y mirar desde el cordón de la calle
A los que se aturden con ideas mal curadas
Y sonreír cuando eso es todo lo que se tiene
ya sea por un pedazo de esto y un retazo de esto y otro poco de lo otro.
Avivar los ojos en llamas azules
Soñar al león de color negro, arrollado,
contra su pelaje brillante y jamas visto
Refugiarse bajo el canto de las estrellas
y susurrar bajo, como si nadie tuviera que despertarse esa noche
porque a nadie le gusta la miseria.
Ni tu pasividad
Ni tu NO.
Ni siquiera lo que decís,
Ni tu desvelo eterno llevado por un velocímetro
al que le dicen Tiempo.
que lindo es ser un miserable y
verlo
desde el cordón de la vereda.
1.2 REPEAT REPEAT REPEAT REPEAT REPEAT.
Que lastima que todo el tiempo piense tan áspero. Tan, así, como
si se lloviera el techo todos los días como si se fuera siempre todo a la boca
del volcán y se quemase. Que ridículo se siente. Que asfixia de querer romper
tantas cosas cada día por no encontrar burbujas que no se desinflen porque si,
por aburrimiento. Que lindo debería ser todo sin embargo, todo el tiempo. Pero
siempre estoy rumiando que en verdad son momentos ácidos de mierda en los que
no podes encontrar un amigo en el corazón y no deseas saber mucho del espacio,
tal vez lo amas todo y no puedes escapar a ello. Y te encontras después tan faccional
y agotada, volviendo de el último sueño que fuiste a atacar. Tan sin ganas de
vos mismo, tan arruinadas algunas cosas, estropeadas de tanto galope sobre el
mismo paso.
Se supone que andando se hacen los caminos.
domingo, 8 de julio de 2012
Espectro Molesto
Ya pasó, me dijo. Sí, supongo que ya pasó, me digo. Y es que
es así y no puedo extrañar, todavía, a veces no entiendo. Y quizás, si tal vez
la respuesta fuera que no tendría por qué comprender nada... Si tal vez eso
fuera así, yo estaría más tranquila, a
veces, cuando me invade esa pregunta otra vez y voy y busco ahí donde quedó
algo, pero que no se ve. Y entonces otra vez, me digo: ¿qué es? ¿qué buscas ahí?
si ya pasó, no vuelvas. Bueno pero entonces que se vaya. Pero si no está, si ya se fue, hace mucho que se fue, ¿qué vas a hacer? ¿por qué sucedió así? ¿qué es? Pero, ¿Será un
castigo, una cruz para llevar? Por qué? Si yo hago como que no lo veo, pero
sigue estando ahí, se ve... porque algo me empuja a verlo. Aunque haya cambiado
mi parecer, porque yo se que antes lo sentía y que llegué a romper todos los
límites anímicos para vencer una fuerza más grande que yo... pero me quedé
luchando sin un Apolo. Y a veces creo que pude haber sido arte con él, pero nada
de eso pasó, y hoy soy arte porque mis dioses estéticos estaban dentro mío y no
ahí afuera. Pero, sin embargo, él... y yo que se que nada pasa, que se que nada
es como yo fantaseo... Lo único que se e infiero (entonces no lo se, tampoco) es
lo peor de ese tiempo. Lo peor que lo pasé, sí, lo pasé. Pero lo pasé volando y no pude ni siquiera darme cuenta de que se me desplegaban las alas. Y ahora, que a veces recuerdo
cómo era el sexo largo y las horas de no hacer, las horas de pensar
obsesivamente, las horas de llamar mentalmente, las horas que pasaban hasta
convertirme en un triste y olvidado fantasma del amor. Porque el amor, no se llevaba bien
conmigo hasta que de pronto algo pasó entre medio y tuve que elegir qué quería.
Pero eso, eso nunca lo voy a olvidar. No. Porque cosas así de esa intensidad y
ese calor que recuerdo, no se si se pueden arrojar así, como si nada, como tirando papeles que no importan. Quedan guardadas como
punto de equiparación entre las emociones que van cambiando. Y así, aún ahora,
cuando miro sus ojos en mi recuerdo, no encuentro el misterio, me importa no develarlo si
quiera, no por miedo sino porque no sirve para nada dar un paso atrás a un
recuerdo inolvidable que a veces me molesta. No sirve estrellarse más, ¿para
qué? Entonces vuelvo a la comodidad de mis límites agudos y gritones, les canto
canciones para adormecerlos y dejarlos allí, que no lloren, o que lloren pero
que se duerman y hagan silencio y me dejen sola, irremediablemente así, sin
hacer nada más que mirar cómo yo pude haber alcanzado ese sueño temprano con
alguien que ni siquiera ya debe acordarse de nuestros hermosos misterios... ¿nuestros? sí, los misterios que los unían, y ahí me enfado con la mística y sus encantos, yo me creé un velo, yo estuve besando a un velo, a una aparición casi letal, una transparencia que existió a mi lado y que ni siquiera debe tener memoria para acordarse que... y yo, aquí, a veces, -sobre todo con este clima y a estas horas de las tardes, tardes que vienen cayendo como noches cada vez más pesadas- con tanto para suspirar, con tanto para responder.
Cielo.
jueves, 28 de junio de 2012
Presente
Cuando nada ni nadie te esté viendo,
Cuando la lluvia esté sonando,
Cuando una canción te traiga paz,
Cuando la radio cante bajo a lo lejos,
Cuando hayas dejado todo ordenado,
Cuando tengas impulsos de decirte a ti mismo:
“Probablemente vuelvas a caer”
Cuando busques en tu manos el poder,
Cuando la luz sea ténue,
Y la calma acuda en tu ayuda, y te acaricie.
Cuando el sueño se regule,
Cuando hayas dejado salir las pesadillas,
Cuando te esfuerces por dar el amor que llevas dentro.
Cuando pase eso, yo misma estaré a mi lado.
Cuando pase eso, me voy a alegrar,
Porque este es otro preciado regalo,
Que me da la vida.
Que me da la libertad.
Aprender es la más linda resignación,
Aprender es perder contra uno mismo.
Dejarse vencer.
Puedo ver que lo que quedó atrás era sólo un peso furioso.
Que no se trata de
ganar algo en la vida,
Sino de perder todo lo que no me sirva,
Lo que quiera irse de mi como una bestia en llamas,
Hacerme liviana.
Vencer todo lo que venga a buscarme,
y me quiera llevar.
Cielo.
not dead.
jueves, 14 de junio de 2012
Acaricio su piel áspera, con texturas que van más allá del terciopelo, admiro
milagrosamente su color reflejado al de la tierra. Juguetona y curiosa
clavo en él un objeto filoso, lo corto y voy desvistiendolo de a poco,
descubriendo que hay más abajo. Allí veo otro color tan hermoso como
los días de sol. Acerco mis labios, rozo la lengua en la suavidad a la
que me sumerjo: siento lo agridulce en mi paladar,
me animo a más, lo muerdo y me hundo en un cerrar de ojos, disfrutando
del placer de esa textura que se hace crocante y me regala cuantiosas
semillas para rematar. Verde esmeralda, agridulce como la bifrucación
entre el río y el mar. Como la cruza entre Brasil y Argentina. El kiwi
perfecto. Definitivamente, mi fruta preferida.
Cielo.
lunes, 4 de junio de 2012
NO LAMENTO DECIR
No podía hacer otra cosa que dejar que las palabras se cayeran de su boca. Y se estrellaran contra el suelo, en mil pedazos. Esos pedazos eran filosos, y cortaban a todo o nada cualquier objeto que tuviera la mala suerte de pasar por allí. No había reglas, era algo así como un juego en donde el jugador era único y el contrincante no lo era.
Se preguntaba:
-¿Por qué el amor o los sueños deben ser tratados siempre como contras, como pruebas? ¿qué carajo era enamorarse...?- ya había perdido el hilo, entonces: -qué puede importar eso? Una cosa es el amor en tiempos de mierda otra cosa es el amor en tiempos de viento y lluvia o en tiempos de máscaras felices bajo el sol-. Era así, tan apestoso y doloroso como eso, a menos que alguien viniera a definirle otro concepto de realidad a quien él pudiera creerle. Pero lamentablemente, ya no habían muchas oportunidades para que los otros hablaran. La apertura mental era un peligro, un escalón mojado, un ineludible cobarde golpe frente al espejo. Ya los miedos de la muerte estaban pasando y quedaba algo parecido a un pene frente a unos ojos desnudos. Ni el prejuicio acudía en su ayuda, nada, solamente la mente y el, ahí, jugando a todo trapo, alentando, ¿qué? alentando lo que quedaba. Pensando que casi todos los escritores del mundo de hoy no existían sino para demostrar sus miserias, y obvio, que así no iban a tener muchos lectores fieles. Pero, eso tampoco es lo que quería, tal vez. Nada. Divagar para llegar a algo estúpido. Sí, era boca de consejos, podía darlos, pero prefería que cualquier ser de este mundo hecho de carne y hueso al igual que él le contara sus experiencias para luego poder darle su punto de vista.
Así decía:
-Ningún filósofo sabrá darte el cáliz de la vida. Ni la vida eterna en la oración podrá calmarte a menos que algún día llegues por obra de magia experimental a pensar en ella. La vida es fea. La vida es fea. La vida cuesta mil horrores, errores y destrezas. La vida sí duele, así que Patito mojado, si te quedas ahí esperando el suicido, lamento decirte que nada va a pasar. Tienes dos opciones, quedarte o irte. Pero si hay algo que te enseñaron y puedes recordar es lo siguiente: los de afuera son de palo-.
Se preguntaba:
-¿Por qué el amor o los sueños deben ser tratados siempre como contras, como pruebas? ¿qué carajo era enamorarse...?- ya había perdido el hilo, entonces: -qué puede importar eso? Una cosa es el amor en tiempos de mierda otra cosa es el amor en tiempos de viento y lluvia o en tiempos de máscaras felices bajo el sol-. Era así, tan apestoso y doloroso como eso, a menos que alguien viniera a definirle otro concepto de realidad a quien él pudiera creerle. Pero lamentablemente, ya no habían muchas oportunidades para que los otros hablaran. La apertura mental era un peligro, un escalón mojado, un ineludible cobarde golpe frente al espejo. Ya los miedos de la muerte estaban pasando y quedaba algo parecido a un pene frente a unos ojos desnudos. Ni el prejuicio acudía en su ayuda, nada, solamente la mente y el, ahí, jugando a todo trapo, alentando, ¿qué? alentando lo que quedaba. Pensando que casi todos los escritores del mundo de hoy no existían sino para demostrar sus miserias, y obvio, que así no iban a tener muchos lectores fieles. Pero, eso tampoco es lo que quería, tal vez. Nada. Divagar para llegar a algo estúpido. Sí, era boca de consejos, podía darlos, pero prefería que cualquier ser de este mundo hecho de carne y hueso al igual que él le contara sus experiencias para luego poder darle su punto de vista.
Así decía:
-Ningún filósofo sabrá darte el cáliz de la vida. Ni la vida eterna en la oración podrá calmarte a menos que algún día llegues por obra de magia experimental a pensar en ella. La vida es fea. La vida es fea. La vida cuesta mil horrores, errores y destrezas. La vida sí duele, así que Patito mojado, si te quedas ahí esperando el suicido, lamento decirte que nada va a pasar. Tienes dos opciones, quedarte o irte. Pero si hay algo que te enseñaron y puedes recordar es lo siguiente: los de afuera son de palo-.
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